En primer lugar, no debe alarmarse si a su pequeño le diagnosticamos pie plano. Los niños no son “adultos pequeños”, lo que significa que su pie está en crecimiento y según la edad que tenga, puede ser más o menos el crecimiento de su arco interno del pie.
Todos los bebés nacen con un pie plano aparente, debido a la cantidad de grasa que tienen al nacer. Esta grasa se va reabsorbiendo poco a poco hasta que a los 3 años se le empieza a visualizar ligeramente el arco. Esta es la edad en la que se puede diagnosticar precozmente una “tendencia a pie plano” y empezar por colocar unas plantillas personalizadas “correctoras” que se deberán ir revisando cada 6-12 meses en función al nivel de desarrollo del niño.
Hacia los 7 años, el pie y las piernas ya tendrán una forma bastante parecida a la que tendrán de adultos. Las “correcciones» que se pueden hacer con las plantillas entre los 3 hasta los 7 años con las plantillas, pasan a llamarse desde los 7 años en adelante “compensaciones”; esto quiere decir que es probable que, si se diagnostica pie plano a partir de esta edad, las plantillas no tendrán una función correctora, sino que compensarán la falta de arco que tiene el niño, siempre que las lleve puestas.
Usain Bolt, el legendario corredor que ostentó el récord del mundo de 100m lisos (9,58 s) …,
¡tiene los pies planos!