¿Qué es?
El Juanete de Sastre (o Tailor’s Bunion) es una deformidad etiológicamente muy parecida al Juanete habitual del dedo gordo, pero en este caso afecta a la columna lateral del pie, incluyendo huesos, articulaciones, músculos y ligamentos. Se caracteriza por una desviación hacia lateral del quinto metatarsiano y hacia medial del dedo, además del crecimiento anormal de hueso (bunion) que sufre la cabeza del 5º metatarsiano por culpa de la presión del zapato.
Existen varios factores predisponentes para su formación, entre ellas: pie plano, uso de tacón, zapatos estrechos, herencia, acortamiento de la musculatura posterior de la pierna… La mayoría de las veces cursa con alteraciones biomecánicas que genera la aparición de dedos en garra o en martillo, debido al cambio de presiones que provoca esta deformidad.
¿Cómo se trata?
La cirugía es el único tratamiento definitivo para acabar con esta patología. Se decidirá la técnica quirúrgica más adecuada en función al grado de severidad que presente, la edad del paciente, su ocupación profesional, las patologías asociadas…
Las opciones quirúrgicas que manejamos para esta patología son: cirugía abierta, cirugía de mínima incisión o percutánea.
La Cirugía abierta es un tipo de intervención en la que se debe utilizar material de osteosíntesis (tornillos, placas o agujas de Kirschner) para fijar las osteotomías realizadas. Se realizará una incisión de unos 3 – 4 cm aproximadamente en la zona de la deformidad principal y se procede a realizar los gestos quirúrgicos; en caso de presentar patología metatarsal o digital asociada al juanete de sastre (como metatarsalgias y dedos en garra), serán necesarias, además, otras incisiones que se le explicarán personalmente en la primera visita informativa. El postoperatorio tiene una duración media de 4 – 5 semanas.
La Cirugía de Mínima Incisión o percutánea es un tipo de intervención que se realiza mediante incisiones en la piel de aproximadamente 3 mm, mediante los que se introduce el instrumental específico para realizar los gestos quirúrgicos que requiera cada patología. En el caso concreto del Juanete de sastre, se realizan entre 3 y 5 micro incisiones. La fijación de las osteotomías se realiza mediante un vendaje semicompresivo muy específico que se irá cambiando cada semana durante el postoperatorio y tiene una duración media de 4 – 5 semanas, es decir: 4 – 5 cambios de vendajes.
Sea cual sea la técnica elegida para su Juanete de sastre, caminará desde el primer momento tras la cirugía, utilizando una zapatilla rígida que se le coloca en quirófano tras el vendaje. También se le proporciona una bolsa especial para que se pueda duchar con normalidad sin preocuparse del vendaje. Tras estas primeras 4 – 5 semanas, se podrá calzar con una deportiva y caminar con normalidad. La vuelta a la práctica deportiva de alto impacto (como la carrera), se permite en función a la remodelación ósea de cada paciente, normalmente en la semana 8 tras la intervención. Se irán haciendo controles radiológicos en cada visita para monitorizar todo el proceso de cicatrización.
Llámanos al
956 260 477
Tiempo de intervención
1 hora
Anestesia
Local
En los casos de pacientes nerviosos, aprensivos, o que lo soliciten, se realiza una sedación consciente intravenosa, mediante la cual, si usted lo desea no tiene por qué enterarse de nada.
Medicación
Tomar o estar en tratamiento con medicamentos para otras patologías no supone, en la gran mayoría de los casos, ningún inconveniente para someterse a este tipo de cirugía. En cualquier caso, SIEMPRE se le solicitará:
- Analítica de sangre
- Historial médico-quirúrgico
- Medicación habitual u ocasional
La medicación postoperatoria será pautada según sus necesidades y técnica empleada, y consistirá, como norma general, en analgésicos, antibiótico y anticoagulantes (este último solo si se considerase necesario)
¡Como curiosidad!
El nombre “juanete de sastre” proviene de la posición que, siglos atrás, utilizaban los sastres para coser. Ellos se sentaban en el suelo con las piernas cruzadas, con la cara externa de los pies rozando contra el suelo. Este roce llegaba a producir inflamación y una dolorosa protuberancia en la base del dedo pequeño.