¿Qué es?
La fascitis plantar es una de las patologías más frecuentes de consulta por dolor en el talón. Aun así, es muy importante que le hagan un buen diagnóstico diferencial con otras patologías, ya que existen más de 150 patologías descritas a nivel del talón. Por ejemplo: si el paciente refiere dolores nocturnos en el talón u hormigueo de la planta del pie, estaría relacionado con otro tipo de patología que no sería puramente fascitis plantar, podría tratarse de un Síndrome de Túnel Tarsiano, provocado por un aumento de presión en el compartimento por el que discurre el nervio tibial. De hecho, el 50% de los pacientes que acuden a consulta con un diagnóstico previo de fascitis plantar, presentan daño en el nervio; por lo que un tratamiento puramente de fascitis plantar, no resolvería la patología.
La fascitis plantar es una degeneración de la aponeurosis de la planta del pie, es decir, de la banda fibrosa que recubre los músculos de la planta de los pies. Cursa generalmente con dolor en los primeros pasos de la mañana o tras realizar deporte o estar de pie durante un largo periodo de tiempo. Con una ecografía sencilla y se puede diagnosticar rápidamente, medir y valorar el nivel de inflamación/degeneración que presenta la fascia.
Factores predisponentes a la aparición de esta patología son: uso de calzado inadecuado, pie plano, pie cavo, sobrepeso, sobrecarga deportiva…
Existen 5 tipos de espolones calcáneos, cada uno de ellos es consecuencia de una patología previa y manifiesta en el calcáneo. El tipo de espolón asociado a la fascitis plantar NO DUELE NI PINCHA. Se trata de una calcificación de la inserción de la aponeurosis plantar en el calcáneo y no tiene por qué extirparse para solventar la fascitis plantar.
¿Cómo se trata?
Cuando ha fracasado el tratamiento conservador (plantillas, vendajes funcionales…) y las infiltraciones (con PRP, corticoides locales…), se puede plantear una cirugía ecoguiada de mínima incisión o percutánea. Esta consiste en una incisión de 3 mm mediante la cual se realizarán todos los gestos quirúrgicos necesarios.
Según el tipo de pie que presente el paciente y el grado de severidad de la patología, se optará por una hemifasciotomía/fasciotomía parcial o una fasciotomía total (esta última no es necesaria en casi ningún caso); a fin de relajar esta estructura.
Es importante una buena exploración para realizar el diagnóstico, ya que muchas veces esta patología plantar lleva asociada un acortamiento de la musculatura posterior de la pierna: complejo gastro-soleo/triceps sural/tendón de Aquiles. En este caso no estaría indicada una cirugía aislada de fascia plantar, sino una combinada con alargamiento de dicha musculatura.
La recuperación se realiza mediante la colocación de una bota Walker hasta la rodilla, que tendrá que llevar puesta durante 3 semanas. Esta le permitirá caminar casi con normalidad y se la podrá quitar para el aseo diario.
Llámanos al
956 260 477
Tiempo de intervención
1h
Anestesia
Loco regional del pie: se trata de un solo pinchazo en la parte interna del tobillo del talón afectado.
Medicación
Tomar o estar en tratamiento con medicamentos para otras patologías no supone, en la gran mayoría de los casos, ningún inconveniente para someterse a este tipo de cirugía. En cualquier caso, SIEMPRE se le solicitará:
- Analítica de sangre
- Historial médico-quirúrgico
- Medicación habitual u ocasional
La medicación postoperatoria será pautada según sus necesidades y técnica empleada, y consistirá, como norma general, en analgésicos, antibiótico y anticoagulantes (este último solo si se considerase necesario)